Recalculando: Los puntos de inflexión (Parte II)…
En los capitulos anteriores (Por si aún no los vieron)…
En resumen, desde el punto de vista profesional y económico, las cosas vinieron bastante bien…
Peeeeeerooooooooo, algo hacía falta…
Y bueno…..
Vamos a echar otra vez para atrás para poder entender a lo que voy…
2011….
Después de 3 años juntos (Casi todos viviendo juntos) decidí pedirle matrimonio a Karen como siempre me lo soñé: Arrodillado con anillo en frente del mar (En Playa Koralia) 😍😍😍.
Fue uno de los momentos de mayor nerviosismo pero también uno de los más felices de mi vida…
Curiosamente, antes nos preguntábamos… Si ya vivimos juntos, ¿Qué puede cambiar? Pues cambió un montón… y para bien, tal vez formalizar el compromiso le hace bien a la relación.
Pero bueno, el punto iba a que…
En 2011, yo andaba trabajando a FULL, recién empezando con mis clientes de cursos y asesorías…
Y (Esta historia much@s ya la conocen porque hace parte de la mayoría de mis cursos de Google Ads 🤣) un domingo, Karen me dijo que se quería independizar y dedicarse a la terapia de pareja (¡Su vocación! 🥰)…
Contexto: En ese entonces Karen trabajaba en una fundación especializada en rehabilitación de adictos a las drogas (Sobre todo al bazuco, que es como la versión colombiana del Crack por lo que entiendo, en definitiva, lo peor de lo peor).
En resumen, aprovechando mi experiencia en Marketing Digital, montamos una página de aterrizaje, campaña en Google Ads y el negocio arrancó y, a pesar de lo complejo de emprender, fue el negocio que nos mantuvo a flote y nos dio flujo de caja durante los primeros años como independientes (Al mismo tiempo!!! 😬 Medio Kamikazes).
Como si no fuera suficiente, en ese mismo año, decidimos cambiarnos de apartamento (A uno que costaba el doble) y casarnos 😎 (Ni Steven Seagal, ni Chuck Norris se atrevieron a tanto).
Pa no alargarnos, la historia completa en Súper Poderes Humanos Pag 16 Párrafo 3 en adelante 🤓.
El punto va a que como la mayoría de parejas hoy en día cuando decidimos compartir la vida, lo primero que hacemos es diseñar un proyecto de vida juntos…
Y como es habitual, una de las primeras cosas que diseñamos fue un camino de crecimiento económico…
- Vamos a arrancar en este apartamento, pero luego quisiéramos uno más grande y mejor ubicado…
- Vamos a arrancar con este carro (#TeamTwingo querida Shak 😅) pero lo vamos a ir mejorando cada 2 años, por aquello de que no se desvalorice…
- Vamos a viajar (Esta ha sido una de nuestras grandes pasiones desde que nos encontramos)…
- Vamos a darnos gustitos y sobre todo alrededor de probar buena comida (Que en un principio pensábamos que estaba solo en los restaurantes más costosos)…
Y así lo hicimos…
Resultó que SOMOS UN EQUIPAZO y que nos complementamos muy bien…
Ella, muy emocional y con un trabajo en si misma de muchos años que con un poquito de Marketing Digital ha podido impactar la vida de muuuuuchas personas…
Yo, súper racional (Porque, como buen ingeniero, todo necesito llevarlo a Sistemas, Números, Frameworks…) pero con poco o nulo trabajo emocional en mí mismo hasta entonces, «me ví obligado» (Aunque es lo mejor que me ha pasado) a recorrer ese camino…
Nota aclaratoria: Uno casado con una terapeuta de pareja experta en lenguaje corporal, micro-expresiones y detección de mentiras… calculen… no puede darse el lujo de andar por la vida con temas sin resolver… 🥸
Gracias a todo ese trabajo siento que he podido madurar como profesional y que se han venido dando las cosas que maravillosamente se han dado.
Pero bueno, volviendo al punto (Aunque viéndolo bien, ya van 2 puntos de inflexión, ¿Los notaron?)…
Mientras salíamos a flote, empezamos a viajar primero dentro de Colombia.
Y cuando logramos sacar la cabeza y empezó a quedar un poco de dinero disponible, empezamos a viajar fuera del país…
Y uno de los viajes más significativos, un punto de inflexión clave en esta historia, fue nuestro viaje a Cuba en 2015.
Contexto: Sobre todo yo (Karen tenía un poco más de perspectiva) había crecido con la idea de que Cuba y su régimen eran el enemigo público número 1 y que su gente era la más miserable del planeta por culpa de eso…
Nota aclaratoria: No es mi interés entrar en discusiones ideológicas o políticas… solo quiero compartir lo que viví y lo que aprendí en ese viaje…
En resumen, fueron 3 o 4 días MUY FELICES en los que nos quedamos en casa de Fanny y en los que los desayunos se convirtieron en largas conversaciones de medio día que nos permitieron conocer sobre la historia de Cuba a través de las historias de la mejor anfitriona que hemos tenido hasta hoy.
Hay muchas cosas que se podrán criticar del régimen, pero para mí fue muy confrontante encontrarme con un país en donde NADIE se muere de hambre o por negligencias en servicios de salud.
En mi país, todos los días mueren personas por esas 2 causas 😢.
Además también fue muy impactante ver como la familia de Fanny podía ser tan feliz con «tan poco» (Teniendo en cuenta las limitaciones de consumo con las que vivían).
Y además (Hay más), fue sorprendente vivir unos días en un país en el que hay tan poca publicidad (La poca que hay es publicidad política).
Fue un viaje de mucho aprendizaje pero sobre todo de entender que hay muchos modelos y de que no hay uno sólo perfecto.
Desde ese viaje, Karen y yo empezamos a reevaluar nuestro proyecto de vida y a entender que, al menos para nosotros, el fin último no podía ser sólo acumular dinero.
En otros viajes, tuvimos la posibilidad de contrastarlo y en casos como el de Berlín, que uno pensaría desde afuera, siendo uno de los líderes del mundo actual, debería vivir un modelo capitalista de mucho consumo, nos encontramos con un panorama bien diferente.
Observar como en Berlín, es muy raro ver personas ostentosas, que la mayoría se visten muy parecido (Como si fueran a escalar una montaña 😅), que tener un Mercedes Benz o un BMW no es una señal de nada, más allá que un carro tal vez más seguro, fue muy enriquecedor.
Incluso recuerdo que durante mis 20 días de hospitalización en Berlín en 2021 (Esa historia creo que aún no la he escrito), me sorprendió ver a mis doctores, con toda la trayectoria (Se les notaba) usando tenis que en Colombia serían catalogados como «Para botar».
A lo que voy es que, durante los 8 últimos años, Karen y yo hemos venido viviendo un proceso que hoy muchos llaman Deconstrucción…
Empezamos a sentir que cada vez necesitábamos menos para vivir felices…
Empezamos a descubrir comidas increíbles en restaurantes modestos…
Empezamos a vivir los viajes mucho más con el ánimo de aprender de historias de la gente local que de recorrer un checklist de lugares icónicos…
Empezamos a valorar cada vez más el tiempo y a abrir espacios en nuestras agendas para compartir en pareja, con nuestra familia, para viajar…
Peeeeeerooooooooooooo
En ese entonces, aún vivíamos en un apartamento grande (Cada uno tenía su oficina porque los 2 atendíamos sesiones presenciales)…
Y llegó la pandemia 😷😷
Pero esa historia dejémosla para el siguiente capítulo porque si nos se alarga demasiadoooooooooo
Abrazoteeeeeeeeeeee